Editado en el 1994 en cassette, fue el disco debut de la banda formada por Maximiliano Angelieri y Orlando Fernández.
En aquel momento eran un dúo, con teclados, batería electrónica y guitarra, y comenzaban a hacerse conocer por sus shows muy teatrales, sus disfraces y su propuesta original, que mezclaba el humor, la agresividad, los sonidos sintéticos y las guitarras distorsionadas.
El disco, grabado en ocho pistas en el estudio de Riki Musso, vuelve masterizado por el mismo Riki y nos hace viajar a otra época.


compositor de Boomerang. Es el primer single de su nuevo proyecto en el cual trabaja junto a Gustavo Iglesias (Ingeniero y productor de Babasonicos)

Esta bomba de 4 canciones forma parte de nuestro catálogo y estamos muy contentos de compartirlo con Uds.
La vida quiso que esta sea la última grabación que Dino pudo completar en su fecundo paso por esta Tierra. Aún con la tristeza y el dolor agujereándonos el pecho, es bueno saber y sentir que este es el disco que Dino soñó. Y yo, como uno de sus múltiples huérfanos dolientes, apenas me atrevo a agregar que este es el disco que Dino merecía, hace mucho.
Mi furia nunca se apaga disimulada por la edad. Sigo estando en rebeldía. ¡Cuidado, mediocres: por aquí no pasarán! Así lo firma y lo canta el viejo Dino, en tiempo presente y futuro, más vivo que nunca.
El resultado es un disco donde las texturas juegan un papel fundamental como eje estructural de las canciones, logrando un sonido envolvente y cautivante, que se potencia aún más con las letras, voces y arreglos musicales que lo componen.

The perro convention fue editado en 1998 pero podría haber salido hoy o quizás en el 2050. No hay forma de ubicar en el tiempo a un disco que rompe no solo con la barrera temporal sino que también dinamita a las fronteras físicas. Fue concebido en Montevideo pero con raíces profundas en territorios mexicanos y suecos. Si te decían que fue creado en Singapur igual lo aceptarías ya que es un disco tan universal que se niega a ser clasificado. Tampoco es tan solo un álbum, son varios en uno, conviviendo, chocando, buscando cada estilo de encontrar su lugar dominante en cada una de las canciones. A pesar de tener al rap como elemento dominante el disco es un verdadero mejunje de estilos; jazz, funk, soul, hardcore, metal, todo se licua y se vuelca sin llegar nunca a una mezcla homogénea. Es irreverente, pendenciero, lujurioso y fiestero. No tiene lengua oficial, aunque el inglés gobierna. En una misma canción se pasa del inglés al francés y al español con mutante naturalidad. Es un disco extremadamente funky y energizante que tiene al “Check Your Head” de los Beastie Boys como referencia más inmediata. Todo vale. No hay espacio para la censura estilística. Es un sí rotundo a todo por mas deforme que sea el resultado. Es un disco extremadamente fumeta. Se podría decir que estamos ante el primer disco uruguayo en el que se le hace una abierta celebración al consumo de marihuana, lo que lo pone en línea directa con los Cypress Hill. No hay track en la que el humo de la maría no se filtre a través de los parlantes. Incluye “Pendeja”, canción que marco a fuego los últimos años de la década de los noventa y que fue ampliamente difundida no solo en los medios locales sino en toda Latinoamérica, con alta rotación en MTV.
Es una foto panorámica de los 90’s pero también un gran muestreo de lo que vino después. Su icónica y rompedora de esquemas caratula se transformó rápidamente en una de las portadas más impactantes de la música uruguaya. Recuerden que era Uruguay 1998 a nadie se le ocurría ser tan gráfico.
Little Butterfly Records infla el pecho y reedita con orgullo al perro, poniéndolo al alcance de las nuevas generaciones, sabiendo que la vanguardia no tiene fecha de caducidad.
Diego Rocha

Fue luego de obtener esas técnicas de meditación que Mateo escribió una canción inspirada en lo que sintió, en el antes y él después del nuevo camino, una canción que habla del despertar, del renunciar, del regar la flor. La cantó durante un tiempo entre el círculo de amigos y era impresionante escucharlo.
Yo prácticamente me había olvidado de esa canción hasta que a principio de los 90', una entrañable amiga ( Jennifer Cordery ) que vive en Santa Cruz de California y había estado presente en ese círculo, me preguntó si me recordaba de ese tema y si había alguna grabación de Mateo, le respondí que no existía ningún registro y que tampoco me acordaba totalmente de como era, entonces ella me dijo: “ Yo me acuerdo, aveces la canto “ le pedí que por favor la grabara a capella en un cassette y me la mandara por correo.
Cuando la recibí y la volví a escuchar me emocioné profundamente, me pegaba mucho mas adentro, entonces la re aprendí, la grabé en una cinta y la guardé esperando el momento adecuado para poder grabarla, pero ese momento nunca llegó, pasaron 30 años hasta que tuve la suerte de conocer a Martín Ibarra y de escuchar su trabajo, inmediatamente me inspiro que él era el músico que necesitaba esa canción para que renaciera y la ofreciera al mundo, así fue que le pedí a Martín si podía encargarse de la misión de arreglarla y de grabarla.
A partir de ese momento tuvimos una comunicación increíble, así fue que realizamos este hermoso proyecto, a la distancia, sin conocernos personalmente, pero el poder de la música nos acerco tanto que nos conocemos de toda la vida.
Pippo Spera, 2021