El misterio uruguayo de los 80
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La recuperación de una obra única
El misterio uruguayo de los 80
Por mucho tiempo la música uruguaya fue uno de los secretos mejor guardados de la cultura sudamericana. Escondido entre dos vecinos enormes–en tamaño e importancia cultural- como Argentina y Brasil, los sonidos producidos en el país más pequeño del sur del continente no se escuchaban mucho mas allá de los limites del Rio de La Plata.
Casi sin que nadie se enterara Uruguay fue desarrollando desde la década de 1960 una escena musical muy variada y abierta mezclando las raíces europeas y africanas, lo que recibía de sus vecinos y lo que venia del otro lado del Atlántico, sin prejuicios.
Gracias a los cambios en la comunicación que trajo internet, el secreto comenzó a ser lentamente develado a nuevos oídos a inicios del nuevo siglo. Mucha gente inquieta alrededor del mundo comenzó a descubrir una música única y extremadamente variada con fuertes raíces propias pero a la vez muy cosmopolita.
Pero, si bien YouTube y los blogs de música cumplieron un rol fundamental, la obra física es insustituible. Para coleccionistas y fans de la música uruguaya incluso dentro del propio país era muy difícil acceder a obras nunca reeditadas que habían sido lanzadas en su tiempo en tiradas mínimas. Además, muchas veces estas ediciones no le hacían justicia a la excelente música que contenían.
Desde sus inicios, el sello independiente Little Butterfly Records tomó la bandera de recuperar obras fundamentales de la música uruguaya de diversas épocas, realizando cuidadas reediciones en vinilo de discos míticos, algunos largamente descatalogados o incluso nunca editados en formas completa. En sus lanzamientos buscó la mejor calidad de audio posible, recuperando el arte original de las ediciones, añadiendo además información histórica a cargo de especialistas en contratapas e inserts, transformando cada reedición en un acontecimiento cultural.
En 2019 Little Butterfly se alió con el sello español Vampsioul para realizar un ambicioso proyecto: el compilado América Invertida, una selección del pop, folk y música de fusión uruguaya experimental de los años 80, realizada por el Dj español Javi Bayo.
La escena que surgió en esa década significó uno de los momentos mas creativos y luminosos de la música uruguaya. En un tiempo donde tras una década de dictadura, Uruguay comenzaba un proceso de apertura democrática, una nueva generación –acompañada por artistas de generaciones anteriores que retornaban al país o salían del ostracismo- mezclaron sin prejuicio la música que venía de afuera con tradiciones e identidades locales y regionales, con la sensibilidad de su época. La new wave, el dream pop y la fusión jazzística electrónica se mezcló con el tango, el candombe, la bossa nova y la murga. Guitarras acústicas se combinaron con sintetizadores y maquinas de ritmo. La canción de autor se fusionó con la electrónica y lo experimental.
América Invertida despertó la admiración internacional hacia una música única, prácticamente desconocida fuera del Uruguay, recibiendo excelentes críticas de la prensa especializada alrededor del mundo.
El éxito de la recopilación motivó a Little Buttterfly y Vampisoul a reeditar en vinilo algunos de los álbumes originales de donde salieron las canciones elegidas.
El primero en la lista fue el increíble Mujer de sal junto a un hombre vuelto carbón de Estela Magnone y Jaime Roos (1985), un álbum donde los sonidos acústicos se dan la mano con los electrónicos en canciones etéreas y minimalistas.
Recientemente fue el turno de Estados de ánimo (1990), el único disco realizado por Hugo Jasa, una combinación única de música electrónica, jazz, candombe y tango. Y próximamente llegará Ni un minuto mas de dolor (1983) el mítico álbum del trio femenino Travesía, una muestra de la faceta mas acústica y coral de esta movida.
Little Butterfly se había adentrado en esta escena musical desde sus inicios, editando en 2015 Cuerpo y Alma (1984), uno de las obras fundamentales de Eduardo Mateo mentor de la generación de los 80s y uno de los padres de la música uruguaya.
Otro de los nombres clave de la historia musical de Uruguay y guía de la escena de esa década es Ruben Rada. LBR recuperó recientemente otra obra esencial el disco Botija de mi país, que Mateo y Rada grabaron juntos entre 1985 y 1987. Los dos músicos que fundaron El Kinto, uno de los grupos pioneros del rock sudamericano y los inventores del llamado candombe-beat en la década de 1960, nunca se habían vuelto a reunir en un estudio desde 1969.
El año pasado LBR se asoció con el sello Bizarro -dueño del catalogo del legendario sello Orfeo- para realizar la curaduría de otros álbumes imprescindibles de esa época. Una de las joyas de esta labor en común es la reedición de la fundamental trilogía de discos que Jaime Roos grabó a comienzos de la década, compuesta por Aquello (1981), Siempre son las cuatro (1982) y Mediocampo (1984). Estos tres discos ineludibles de uno de los artistas más exitosos e influyentes de la música uruguaya, se reeditan por primera vez en vinilo en ediciones de lujo y son el puntapié inicial de la recuperación de su obra en el formato en que fue pensada.
Con la etiqueta de Bizarro y la curaduría de LBR salió también Mateo & Cabrera el legendario disco en vivo que grabaron Eduardo Mateo y Fernando Cabrera en 1987 y en breve podremos volverá disfrutar de Nieblas & Neblinas(1985) de Eduardo Darnauchans, uno de los álbumes mas eléctricos del gran cantautor uruguayo.
El sello continuará su labor de rescate con un álbum que marcó la música de los 80 y que nunca habían sido reeditado.
Segundos Afuera de Jorge Galemire es quizás uno de los principales discos de culto de la música uruguaya de esa década. Editado en 1983 casi sin repercusión comercial, este trabajo (el segundo solista de Galemire) deslumbró a su generación por su combinación de canción de autor con experimentación pop y por la mezcla de murga, candombe y jazz con tintes psicodélicos. Un disco que tuvo una única tirada de unos pocos ejemplares, volverá a la vida a fines de este año a través de Little Butterfly, con su arte original y la increíble calidad de su sonido recuperada.
Con esta serie de recuperaciones y con otras que vendrán -algunas en colaboración con otros sellos, otras bajo licencia- se puede revalorar de la mejor forma posible la riqueza de una escena musical única y extremadamente variada, que fue de lo más despojado y acústico al pulso electrónico, del pop a lo experimental y de las raíces a lo global.
Por suerte el secreto ya no es tal. El misterio uruguayo queda a disposición de quien lo quiera descubrir.